Ha llegado el momento. Ordena tu trastero.
Y cuando hablo de trastero me refiero también a garaje, altillos o el cobertizo de la casa del pueblo. Para mí es importante empezar por aquí cuando queremos hacer una organización integral de nuestra casa. Y es que cuando pensamos en el trastero nos imaginamos ese lugar inhóspito y gris, al que solo vamos una vez al año para intentar localizar el árbol de Navidad o para “echar” ese algo que no sabemos donde poner.
Error.
El trastero de casa debería ser un espacio más de almacenamiento, organizado con lógica, y en el que sabemos (más o menos) todo lo que tenemos. Siempre empiezo por el trastero porque en él guardaremos todo aquello que no tiene que estar a mano en casa, lo que no usamos en el día a día, pero que sabemos que vamos a utilizar en algún momento del año.
¿Cómo atacar un trastero?
Lo primero de todo es buscar el momento. Busca un rato (largo) en el que sepas que no vas a tener interrupciones y que vas a poder acabar el trabajo. Súper importante no dejarlo a medias, porque es posible que no remates nunca el trabajo. Y hazte con un puñado de sacos resistentes de basura. Sí esos, de los de jardín.
Ahora sí. Sácalo todo. Absolutamente todo. Al pasillo de la comunidad, al patio o a donde puedas. Los vecinos pensarán que te ha dado el siroco, pero tú se fuerte. Ante su mirada de lástima contesta con una gran sonrisa. Que sepan que eres feliz a pesar del embrollo.
Mientras lo estas sacando todo, y sorprendiéndote con los hallazgos, ve tirando todo aquello que esté roto, pasado de fecha (el vídeo VHS por ejemplo) o lo que habías olvidado que tenías. En serio, si había desaparecido de tu memoria es que no lo necesitas. Ejemplos:
- Lámpara de habitación infantil si tus hijos ya van a la universidad.
- Bañera de bebé si ya no vas a tener mas hijos.
- Un silla rota que nunca arreglarás.
- Bolsa de ropa de fútbol (tienes 40 años, deja el fútbol si no lo has hecho ya, o sigue yendo al fisio)
- Apuntes de cuando ibas al instituto.
- La base de la tv que has colgado de la pared.
- Un armario de baño anticuado.
- La bonita figura de marmolina que te regalaron en tu boda y no ha salido del envoltorio.
- La caja de los cables sin dueño. Es como la de los calcetines desparejados, debe desaparecer de tu vida ya.
- Macetas de plástico en las que vienen las plantas del vivero. Nunca comprenderé por qué la gente guarda esto…
- La máscara africana que compraste en Madagascar y que te da miedo.
No sigo porque la lista sería infinita.
Todas estas cosas no tienen por qué ir al punto limpio, a no ser que estén rotas. Si crees que pueden tener interés para alguien, regálaselo o ponlo a la venta, siempre dándote un plazo. Si en un mes no lo has vendido bájale el precio. Si aun así sigues sin venderlo déjalo ir…
Y llega el momento de organizar.
Empieza por planificar los muebles. Si no los tienes, sería genial instalar unas estanterías o armarios (en caso de que tu trastero esté en un sótano, los armarios con puertas protegerán las cosas un poco más de la humedad y el polvo).
Cosas que puedes guardar y almacenar en el trastero:
- La ropa de esquí, guardada en fudas.
- La caja de herramientas. El taladro.
- Las tumbonas y sombrillas de la playa.
- Las sillas de la terraza en invierno.
- Accesorios de mantenimiento del coche.
- Las cajas de los aparatos que piensas vender algún día.
- La ropa de tu hijo mayor, bien clasificada en cajas por talla, hasta que le valga a tu hijo pequeño.
- Las bicis (ahora sí que te van a caber en el trastero). Es una genial idea colgarlas de la pared con unos soportes especiales.
- Los adornos de Navidad.
- Los botes y accesorios de pintura.
- La tienda de campaña, sacos de dormir y campingás.
Cosas que tienen un uso eventual y que no deben ocupar un espacio precioso de nuestra casa.
Clasifica los objetos por actividad o uso en cajas en cada balda. Si las cajas son todas iguales la sensación de orden es mayor. Y si las etiquetas con su contenido no tendrás que abrirlas cuando busques las botas de montaña. Esas que usas 3 veces al año y que están llenas de barro.
Y si no te ves con fuerzas me llamas a mí, que en 3 horas te lo dejo divino. Te van a dar ganas de enseñárselo a tus primas, no digo más.
Besos!